INFOBAE. — Hay ambigüedades en el sórdido conflicto entre los actores divorciados Johnny Depp y Amber Heard, pero algunas cosas están claras.
Depp envió un mensaje de texto a un amigo diciendo que quería matar a Heard y luego tener sexo con “su cadáver quemado para asegurarse de que está muerta”. Hay un vídeo en el que se ve a Depp destrozando los armarios de la cocina mientras Heard intenta calmarlo, diciendo en un momento dado: “¡Lo único que hice fue decir ‘lo siento’!”. En una grabación de audio, ella le dice que vaya a apagar sus “cigarrillos con otra persona”, y él respondió: “Cállate, culo gordo”.
Admitió haberle dado un cabezazo, aunque dijo que fue un accidente. Cuando Heard acudió al juzgado para conseguir una orden de alejamiento por violencia doméstica contra Depp, tenía un moratón en el pómulo de donde dijo que él le había lanzado un teléfono.
En 2018, el periódico británico The Sun calificó a Depp de “golpeador de esposas”, y él lo demandó por difamación. Probar la difamación es mucho más fácil en Gran Bretaña que en Estados Unidos, porque allí la carga de la prueba recae en el demandado. Depp perdió el caso. Un juez, evaluando 14 incidentes de supuestos abusos de Depp a Heard, encontró que 12 de ellos habían ocurrido y concluyó que las palabras de The Sun eran “sustancialmente ciertas”.