BEIJING (AP) — Shanghái volverá a intentar regresar a la normalidad en unos días luego de eliminar la transmisión del COVID-19 entre la población, a medida que el brote vaya remitiendo en la ciudad más grande de China, dijo un funcionario el viernes.
El estricto confinamiento impuesto hace siete semana en la ciudad, que se ha levantado y reforzado en algunas ocasiones para frustración de sus residentes, forma parte de la política de “cero COVID” del gobernante Partido Comunista. Estas medidas tienen un costo económico cada vez más elevado y hasta la Organización Mundial de la Salud dice que puede ser insostenible.
El objetivo en Shanghái es lograr la “eliminación (del virus) en la sociedad”, lo que significa que los nuevos positivos se darían entre personas ya aisladas, apuntó el teniente de alcalde de la ciudad, Wu Qing, en una conferencia de prensa. Esto permitiría una “apertura ordenada, un flujo (de población) limitado y una gestión diferenciada”, agregó.